Primeramente, quiero dejar claro que esta carta ciertamente no aplica a todos los comunicadores puertorriqueños. Lo que sucede es que sería poco práctico y fuera de lugar recordar cada instancia en la que su comportamiento le ha faltado el respeto al pueblo. Al menos, me ha faltado el respeto a mi y a muchos de mis colegas científicos.
Llevamos un año de pandemia y aunque falta mucho por aprender, hay cosas que sabemos desde hace un tiempo. Sabemos que es peligroso promover aglomeraciones y en cambio, que es seguro y efectivo guardar distanciamiento físico. Sabemos que el virus no discrimina y que es difícil saber quien lo carga en su sistema respiratorio y quien no.
Sabemos que las mascarillas funcionan y que los "face shield" sin mascarilla no.
Seré directa y breve, cada vez que un comunicador se presenta ante el pueblo con un "face shield" sin mascarilla, es como un insulto a todos los profesionales que se han dedicado a orientar y a hacer accesible la ciencia y los principios de salud pública. Es una afrenta a los profesionales que los mismos canales de comunicación buscan entrevistar para sus espacios. No hace ningún sentido que usted como comunicador quiera tener en sus espacios profesionales para que hablen de la pandemia, de los contagios y de lo "mala" que está la situación cuando usted o su empleador no están dispuestos a seguir las recomendaciones básicas que deben guiar todas las interacciones que tengamos en estos tiempos.
¿De qué vale entonces tener en su espacio al mejor epidemiólogo, médico, científico o salubrista si inmediatamente después (o durante) se le presenta al pueblo un ejemplo incorrecto? ¿Dónde queda el modelaje y la responsabilidad ciudadana y ética de difundir información correcta? ¿Con qué moral le exigen transparencia y acción al gobierno cuando su imagen es tan contradictoria y confusa?
No es mi intención que esta carta suene dura, pero sí sincera. Es claro que esta pandemia nos exige mucho a todos pero debemos hacer frente al llamado con verticalidad y consistencia. Los detalles sí importan y ustedes como comunicadores lo saben mejor que nadie. La consistencia es fundamental para crear y mantener relaciones sólidas con los recipientes, y esto también ustedes lo saben bien. En fin, ya es hora de dejar los paños tibios y de mostrar solidaridad con los tiempos. Ustedes pueden, solo hace falta que quieran.
Demuestren el respeto que realmente importa: que pueden vivir y modelar lo que reportan.
Respetuosamente,
Marieli Gonzalez Cotto, PhD.
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