Publicado originalmente en El Nuevo DÃa, edición impresa y digital el Viernes 22 de Enero de 2020
En las ultimas semanas se vigila con cautela al menos tres variantes del virus que causa COVID-19.
La variante que mas preocupación ha causado es producto de nuevas mutaciones de el virus SARS-CoV-2, identificadas por primera vez en el Reino Unido. Aunque no se ha encontrado que esta nueva variante cause una enfermedad mas severa, si se ha encontrado que es altamente contagiosa. Según los CDC, la variante B.1.1.7 se ha detectado en mas de 30 paÃses y es ahora la variante predominante en el Reino Unido.
Ante este escenario de alta transmisibilidad nos preguntamos si las recomendaciones acerca del uso de mascarillas requieren actualización
Recordemos que la recomendación actual del uso de mascarillas caseras o de tela fue una medida adoptada a principios de la pandemia ante la escasez de mascarillas médicas para personal de primera respuesta. Tampoco existÃa consenso cientÃfico en cuanto a como se transmitÃa el virus además de que las pruebas de detección estaban en pañales. Sin embargo, estas interrogantes se fueron contestando rápido, principalmente con el entendimiento de la importancia de las gotas respiratorias en la transmisión. Quedo claro que el uso de mascarillas, en conjunto con demás medidas de mitigación, disminuÃan significativamente el riesgo de infección.
Ante el descubrimiento de variantes más contagiosas, ¿Por qué seguimos usando mascarillas de tela? La realidad es que, aunque se resolvieron muchas interrogantes cientÃficas de como se propagaba el virus, nunca se resolvió el problema de la escasez de mascarillas medicas, ya que los contagios seguÃan en aumento y nunca se estableció un plan para atajar el problema. Ante esto, muchos grupos cientÃficos se dieron a la tarea de investigar que telas y diseños proveÃan mayor eficiencia en el filtrado y de esta manera, se concluyó que la recomendación inicial era acertada: los cubrebocas de mas de 3 capas de tela de algodón o combinaciones confieren cierta protección ante contagio de COVID-19. Sin embargo, la mayorÃa de estos estudios reafirma que las mascarillas medicas, las llamadas quirúrgicas y N-95, confieren la mayor protección al usuario.
Es intuitivo pensar que el uso de mascarillas eficientes, combinado con demás medidas de prevención, resultará en menos oportunidad de infección. Ante este escenario, ¿como mejoramos la eficiencia en el uso de mascarilla?
Siempre que sea posible, debemos utilizar la alternativa que ofrezca mayor protección. Si se usa cubrebocas, debe ser con dos o mas capas de tela y filtro removible.
Es fundamental aprender a reconocer los diferentes riesgos de contagio en diferentes escenarios. Este conocimiento nos ayudará a decidir que mascarilla es la mas apropiada y asà hacer uso de ellas responsablemente. Por ejemplo, el riesgo de contagio al aire libre o en un lugar con buena ventilación que permita distanciamiento fÃsico es mucho menos riesgoso que un lugar cerrado o donde permanezcamos por un periodo largo de tiempo. En este sentido, querrá reservas sus mascarillas mas eficientes, como la N-95, para situaciones donde el riesgo de contagio sea alto.
Tenemos que dar énfasis a este proceso de educación y pensamiento critico para la toma de estas decisiones por que es muy probable enfrentemos escasez de mascarillas durante este periodo critico de la pandemia, donde seguirán aumentando los contagio y aun no se cuenta con un plan concreto para mejorar accesibilidad a mascarillas con máxima protección.